Si hace más o menos un año te fijaste en esa movida que empezaba a despuntar llamada Califato ¾ y te atrapó te habrás visto envuelto en una ola de andalucismo, folklore y nostalgia por una buena rave de las de toda la vida. Y es que el grupo que hace nada visitó La Resistencia es un ejemplo de qué en el sur de España se están haciendo cosas, y cosas muy interesantes. El mismo grupo, proyectos como África del Norte y artistas como AHRDE o Uonki son solo un ejemplo de una nueva ola de andalucismo de la que hoy, día de Andalucía quiero hablar desde la otra punta de España.
Porque Andalucía es un poco la caspa del programa de los abuelos de Juan y Medio, pero también es arte y música underground, raves de breakbeat en descampados y todo eso tan alejado de los tópicos y el discurso de Canal Sur, las bromas sobre el PER y la siesta. Estos proyectos culturales pero con una fuerte carga política han conseguido que entre otros gente como yo, hijo de emigrantes andaluces haya visto que algo está pasando en el sur de España, algo a lo que merece la pena prestar atención.
Para mí hay dos ejemplos muy claros que definen esta nueva corriente: el reciente anuncio de Cruzcampo (gracias Chaparro por la corrección) que se hizo viral gracias a su «Deepfake» en el que participó Califato ¾ y la intro de su disco Puerta de la Cânne recitada por el escritor y profesor de Derecho Civil Antonio Manuel.
El anuncio de Cruzcampo con la faraona como protagonista es un gran ejemplo de esta nueva corriente de Andalucismo integrador abierto a todos, aunque no exento de polémica. El colectivo de África del Norte entre otros fue muy crítico con el spot, considerándolo apropiación cultural ya que la marca de cerveza fue comprada en los 2000 por la empresa holandesa Heineken.
Mençahe der Profeta funciona como una primera declaración de intenciones antes de llegar al golpe en el pecho que supone el corte posterior, Crîtto de lâ Nabahâ (y el que la tenga en mente sabe de lo que estoy hablando). En esta intro, el grupo habla sobre su Andalucía y además mencionan a un personaje clave del andalucismo como es Blas Infante. Y este era un poco el motivo inicial de escribir todo esto, ya que reconozco que no tenía ni idea de quién era este político andaluz las primeras veces que escuché su nombre en algunos de estos proyectos. Así que desde mi humilde palestra voy a hablar un poco de él y su importancia para la cultura andaluza.
Blas Infante Pérez de Vargas nació en 1885 y es considerado como el gran padre de la patria andaluza, como ideólogo del andalucismo y creador del escudo, la bandera y el himno andaluz. Sus primeras andaduras políticas estaban fuertemente condicionadas por el regeneracionismo español de principios del siglo XX, pero esta no es la etapa de Blas Infante que más se reivindica. Y es que este personaje tuvo un desarrollo vital de lo más complejo, y hacía el final de su vida abandonó en gran parte las ideas regeneracionistas que podía compartir con otros políticos de la época como Joaquín Costa. Pero lo que siempre mantuvo en su ideario fue la intención de devolver la dignidad a la cultura andaluza y liberar a sus gentes.
Este es el Blas Infante que se menciona en todos estos proyectos, el defensor de la cultura andaluza formada por todo el poso andalusí tantas veces negado durante el franquismo, el mismo Blas Infante que fue a Agmat, donde está la tumba del ultimó rey abasí de la taifa de Sevilla Al Mu’tamid. Porque ese es otro punto clave de este nuevo andalucismo: después de décadas de desprecio a toda la cultura andalusí (y en general a todo lo que no fuera de raíz castellana), ahora se pone en valor toda esa mezcla y se convierte en un elemento significativo, aunque le siga doliendo a más de uno:

La figura de Blas Infante da para hablar largo y tendido, pero no es el motivo de esta reflexión. El tema era hablar un poco de todo lo que está pasando en el sur y dar a conocer todas estas figuras que están derribando los tópicos sobre la cultura andaluza. Y ya para acabar, solo dejaros con un fragmento de ese Mençahe der Profeta, desearos feliz día de Andalucía a todos y hasta la próxima.
Salud, y aire
Igual que Blas Infante, yo no quiero un pueblo sumiso ni nostálgico con los ojos en las espalda, que pierda las noches añorando un pasado luminoso que nunca llegará a existir
Igual que Blas Infante, sueño con un pueblo rebelde que mire siempre hacia adelante, que no se arrede ante las injusticias y que saque pecho para defender la dignidad de los más débiles, de sus madres y abuelas porque se sabe y se siente heredero de lo que siempre hemos sido
Mençahe der Profeta
BIBLIOGRAFÍA